HISTORIA

"El Damasquinado Toledano"

El damasquino toledano, fue traído por los árabes en su invasión a nuestro suelo en el siglo VIII, siendo este arte, algo que complementaba los conocimientos de aquellos magníficos artesanos de los metales. No obstante, constan distintos hallazgos que datarían esa fecha en el siglo XV. Aunque el estilo árabe es el más característico y genuino del damasquinado toledano, siempre ha habido damasquinadores que, queriendo elevar sus obras a dimensiones más artísticas, han utilizado el estilo renacimiento como base de otras composiciones más creativas, época donde se labraron gran número de arquetas, cofrecillos, caja y joyeros primorosamente cincelados.

Entre dificultades, altos y bajos, el damasquinado ha llegado hasta nuestros días en una ardua lucha por la supervivencia y conservación de uno de los oficios artísticos más antiguos. Toledo es en la actualidad el mayor foco de producción de damasquinado en el mundo y donde se ejecutan la mayor diversidad de piezas. Se siguen realizando labores de estilo Mudéjar, Renacimiento y algunas nuevas como las denominadas “vistas”.

Calidad

"Autentico Damasquinado"

El damasquinado toledano auténtico, fundamenta su prestigio en una técnica artesanal muy depurada. Sin duda es la «estrella» de sector del Metal y una fuente de riqueza para la Artesanía Toledana y Castellano-Manchega.

Solid Brass

Solid Brass con incrustaciones en oro de        24 k. y 18 k.

Slim

Slim Crome con incrustaciones en plata

Black Tie 

         Black Tie con incrustaciones en oro de                 24 k. y 18 k.

Encendedores Zippo auténticos, con placa damasquinada en oro o plata.